Las habilidades sociales en nuestra sociedad actual, tiene
una gran importancia y es una pieza fundamental en el ámbito educativo. La
educación musical supone un marco idóneo para fomentar las habilidades sociales
dentro del aula.
Estas habilidades deben de ser desarrolladas a lo largo de
su crecimiento, no solo en el ámbito escolar sino también en el familiar.
Estos aprendizajes se convierten en su seña de identidad ya
que mantienen una relación con el desarrollo cognitivo y social, así como los
procesos de aprendizaje que realizarán a lo largo de su vida. Por lo que cabe resaltar
la importancia que tienen las habilidades sociales en el desarrollo integral de
las personas.
Desde el ámbito de la educación musical se puede intervenir mediante
programas vinculados a la sensibilidad y creatividad, generando así
oportunidades que fomenten las habilidades sociales, que son imprescindibles en
el desarrollo de los niños y niñas.
Por medio de la música se fomenta el desarrollo integral de los
niños y niñas y a través de ella se puede atender a la diversidad dentro del
aula y promover las potencialidades de los alumnos. La música sirve para
estimular los sentidos, el desarrollo muscular, el equilibrio y fomentar la
relación entre el grupo de iguales, ayudándonos a prevenir conflictos que
puedan surgir en el aula, y ayuda a mejorar el aprendizaje y el clima de ella,
se puede controlar la ansiedad a través de la música, la autoestima, y el
estado de ánimo, además de conseguir diferentes resultados positivos a nivel
psicológico.
Con el empleo de canciones podemos reforzar el desarrollo
social de los niños/as, promoviendo las relaciones sociales entre ellos. Está
comprobado que la musicoterapia unida a las habilidades sociales es una
combinación perfecta para fomentar la comunicación y las relaciones entre iguales.
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